Esta solución puede emitir alertas automáticamente (por SMS, correo electrónico o teléfono) y controlar remotamente semáforos y barreras de cierre.

Esta solución opcional para todo tipo de clima permite a los usuarios asegurarse en cualquier momento de que no haya esquiadores o excursionistas cerca de una carga explosiva antes de desencadenar artificialmente una avalancha.

Mediante la instalación de uno o más radares temporales en áreas de «alto riesgo», los usuarios pueden analizar la actividad real de avalanchas durante varios inviernos con el objetivo de determinar las mejores ubicaciones para sus futuros dispositivos de activación. Dado que el sistema se instala lejos de los canales de avalanchas reales (en la pendiente opuesta al área bajo vigilancia), puede ser instalado rápidamente en cualquier momento del año.